San Nicolás sí existió y hace milagros todavía

Hoy el santoral de la iglesia católica le dedica el día al bonachón de navidad

Caracas, 6 Dic 2007. Joaquín Pereira (Primera Hora).- Una pregunta que se relaciona con la veracidad de la existencia de San Nicolás y que ningún padre desea escuchar de sus pequeños en época decembrina puede ser respondida de manera diferente a “no”, que ha marcado el pasaje de la infancia a la adolescencia de miles de personas, pues es mucho más preciso decirles que sí existió.

Actualmente el mercadeo lo ha convertido en el superhéroe navideño que vive en el Polo Norte, viste traje rojo, tiene algo de sobrepeso, usa una tupida barba blanca, vuela en trineo, deja regalos a los niños buenos y se la pasa diciendo “jo jo jo”. En realidad, san Nicolás de Myra (como se le conoce en Oriente) o san Nicolás de Bari (como se le conoce en Occidente) fue un obispo que vivió en el siglo IV.

Nació en la región de Licia (actual territorio de Turquía) en una familia adinerada y desde niño se destacó por su carácter piadoso y generoso. Después de la muerte de sus padres, Nicolás heredó una gran fortuna que puso al servicio de los necesitados.

Una leyenda relata que varios sacerdotes y obispos se encontraban discutiendo sobre quién sería el futuro obispo, pues el anterior había fallecido. Al no ponerse de acuerdo se decidió que fuera el próximo sacerdote que entrase en el templo, y casualmente fue Nicolás.

Fue preso por un decreto del emperador Licinio contra los cristianos por el que fue encarcelado y azotado, pero lo liberó el emperador Constantino.
Murió el 6 de diciembre del año 345 en Myra, mas sus restos descansan en la ciudad portuaria italiana de Bari.

La fama que obtuvo de dejar regalos en las casas sin ser visto surge de un hecho verídico. En una ocasión, tres jovencitas pretendían casarse pero su padre no podía pagar la dote correspondiente. Al saberlo, Nicolás dejó caer por la chimenea unas monedas de oro que coincidentemente cayeron en unas medias de lana que las jóvenes habían puesto a secar. Por eso ahora se acostumbra colgar medias tejidas que sirven para que ahí deje los regalos que el Niño Jesús manda desde el Cielo.

Uno de los milagros más sorprendente que se le atribuye a san Nicolás fue el haber resucitado por su intercesión a tres niños que habían caído de un árbol y muerto instantáneamente. Más reciente, durante la Segunda Guerra Mundial, se cuenta como en un bombardeo a la ciudad de Bari una madre se separó de su niño en medio de la confusión, pero él apareció horas después sano y salvo. El niño contó que un hombre que describió como San Nicolás lo ayudó, protegió y lo llevó de regreso a casa.