Caracas, 19 Mayo 2008. Joaquín Pereira (Primera Hora).- Cuando un artista alcanza la trayectoria que ha logrado Juan Francisco Quintero Mendoza, mejor conocido como Frank Quintero, puede darse el lujo de presentar un concierto con algún problema en la voz y recibir la ovación del público. Esto ocurrió el sábado en el Aula Magna de la UCV, cuando el compositor e intérprete venezolano le rindió un homenaje musical a las madres.
El concierto lo inició el virtuoso bandolista Saúl Vera, quien ejecutó un popurrí de temas de Simón Díaz, un pajarillo y una versión criolla del bolero “Bésame mucho”. Luego lo acompañó en el escenario el joven cuatrista Miguel Siso, ganador de la tercera edición de La Siembra del Cuatro , en 2007.
Quintero comenzó su recital con el tema “Lo que ha de ser”. Interpretó “Por amor a ti”, tema compuesto por él y popularizado por el cantante mexicano Christian Castro. También cantó “Música ligera”, de Gustavo Cerati y “Como un lobo” de Miguel Bosé.
Aunque previo al concierto había prometido presentar varios temas de su nueva producción Nanas, sólo cantó una titulada “Abracadabra”. Tuvo que usar una pista musical, pues el grupo Gaélica, con el que grabó el disco, no pudo asistir.
Destacó la actuación de la cantante Hiyanú Alcántara, quien hizo los coros del concierto, al interpretar “Química” a duo con Quintero.
Otros artistas invitados al recital fueron el cantante y cuatrista Rafael “Pollo” Brito, Luz Marina y el percusionista Euro Zambrano.
Brito cantó con Quintero “Sol de Soles” y “La dama de la ciudad”, tema al que se unió también Saúl Vera. El público disfruto del buen humor de ambos cantantes cuando imitaron la voz de su mutuo amigo Huáscar Barradas, que no pudio estar presente.
Luz Marina levantó el animo del concierto al interpretar junto a Quintero el tema “Lía”, escrito por José María Cano; “Tentación”, tema de Quintero incluido en la primera producción discográfica de la artista; y “Baila conmigo”.
Otra de las sorpresas del concierto fue la participación del percusionista Euro Zambrano, quien mostró su “bati-conga”, instrumento con el que se puede reproducir el sonido de una batería pero que se ejecuta con las manos.
Zambrano y Quintero tuvieron un duelo de baterías, ganado por el anfitrión del concierto según decisión de los aplausos del público.
La nota emotiva de la velada ocurrió cuando Quintero le envió un ramo de rosas a su madre, que estaba presente entre los espectadores.
El concierto duro 3 horas, que se hicieron más largas por lo atronador del sonido que parecía que hubiera sido planeado más para un estadio que para un recinto como el Aula Magna.
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